La iglesia de Santo Domingo fue construida a finales del siglo XVI y la capilla del rosario entre 1650 y 1690. Es la primera en México dedicada a Nuestra Señora del Rosario. Los dominicos le guardaban gran devoción, pues la tradición cuenta que la virgen le obsequió el rosario a Santo Domingo, fundador de la orden. Otro monje de la misma orden, Fray Juan de Cuenca, concibió la capilla como una forma de mostrar la veneración de los dominicos hacia esa invocación de la virgen, aunque también fue una herramienta en el proceso de evangelización.
Las esculturas de ornato, las pinturas y el detallado trabajo en hoja de oro recubren cada centímetro de la capilla y crean un efecto deslumbrante; por esta razón, se llama a este sitio “la casa dorada”. Las ventanas del nivel superior bañan de luz natural el interior del recinto, provocando un exquisito resplandor dorado. Las imágenes de la capilla representan a la Virgen María, la vida de Jesús o la orden dominicana. El sagrario situado en el centro de este adoratorio contiene una imagen de Nuestra Señora del Rosario rodeada por columnas de mármol; en el segundo nivel hay una imagen de Santo Domingo junto con el arcángel Gabriel.
La Capilla está decorada con yesería sobredorada, trabajo exquisito y minucioso en el que se observa la gran habilidad de los artesanos poblanos.Toda la ornamentación se hizo a base de harina con clara de huevo y agua, recubierta con láminas de oro de 24 kilates.
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